El honorable señor Martín Soler en su afán de autopromoción en Madrid ha pedido desde el ejecutivo Socialista almeriense la retirada de las subvenciones que el gobierno da a la Iglesia Católica, quizás ignore que no existen tales subvenciones sino que es el ciudadano, en su declaración de la renta el que elige donar cierta cantidad a dicha institución, ahora se ve claro quien miente pagado por dinero público señor Soler, de todas formas aún se podría hacer valer su propuesta, todo quedaría solucionado con la creación de una brigada especial robacepillos, espero que no me plagie la idea ni que se la presente al gobierno central.
Todas estas declaraciones están promovidas por el éxito que tuvo la manifestación del doce de Noviembre en Madrid, la cual reunió a más de un millón y medio de personas que luchaban contra la implementación de la LOE. El señor Soler, ignora también que la Iglesia no ha convocado ninguna manifestación y que sólo estuvieron tres obispos, pero claro, es más fácil atacar a la Iglesia que recibir a los representantes de los manifestantes o hacer caso a los tres millones de firmas presentadas en la Moncloa.
Dicha ley debería cambiar sus siglas por las de LAG – Ley para la Apología del Gandulismo – ya que cuando este implementada los alumnos podrán pasar de curso con tres asignaturas suspensas, relegando a España, más aún si es posible, a los puestos de cola en cuanto a la calidad de educación. Pero no es éste el problema mayor, entre otras lindezas, con la ley que se pretende poner en marcha, hacer novillos “ya no es delito”, para muestra un botón, en un aula de treinta alumnos, si veinte de ellos deciden que hace mucho sol en la calle para estar dando clase podrán suspenderla y dejar a los otros diez chicos sin la posibilidad de recibir su lección. Pero hay más señores, si tres chicos deciden irse a jugar a los recreativos cuando vuelvan al centro no recibirán apercibimiento alguno, bastará decirle al jefe de estudios que han estado haciendo cosas importantes y quedarán eximidos de cualquier medida que les haga acudir a clase.
Hay una cosa que el representante socialista desconoce o no quiere ver, el desgaste del gobierno no lo produce ni la Iglesia ni el PP, lo produce él mismo con sus continuas meteduras de pata, intentando adueñarse de algo tan personal como la educación de los hijos con el único fin de adoctrinar a futuros votantes. Esperemos señor Soler, sabiendo ahora que la Iglesia no recibe ninguna subvención por parte del Gobierno, se dedique a realizar todas las guarderías y colegios que usted promete, yo personalmente me conformaría con que la Junta de Andalucía amueblase y acondicionase los colegios a tiempo y si no pregúntele usted a doña Eloísa Cabrera, concejala del Ayuntamiento de Roquetas de Mar, la cual ha de mandar a los empleados municipales para que adecenten y amueblen los centros permitiendo así que los chicos puedan empezar el curso a tiempo.
