El pasado fin de semana tuve la oportunidad de escuchar a Manuel Alias Cantón, diputado provincial de Almería, en una ponencia que impartió en la I Unión Intermunicipal de Andalucía. En su exposición, Alias, utilizaba terminología médica para referirse a la situación política almeriense, en este sentido se refirió al transfuguismo como una patología sufrida por políticos de toda condición, a priori dicha afirmación puede parecer acertada, pero permítanme diferir en el concepto.
Bajo mi punto de vista, la verdadera patología es el individualismo que sufren algunos miembros de cualquier partido político, siguiendo esta línea de raciocinio podríamos extraer que el transfuguismo sólo es un síntoma de esta enfermedad que azota y daña el "organismo popular". Cuando el individuo ignora y desdeña a la colectividad, tarde o temprano termina siendo devorada por la misma.
El señor Alias alabó las campañas para informar a la ciudadanía - véase ¿Pueden negarlo ahora?- que si bien son buenos puntos de partida, no transmiten un concepto correcto al ciudadano.
El ciudadano tiende a pensar que el transfuguismo es un problema interno de este u otro partido político, cuando desgraciadamente no es esa su única causa. Se ha de hacer lo posible por insertar en la población la siguiente premisa, el transfuguismo es corrupción - basta ver el caso “Cunete”-, es inestabilidad, crispación política y lo no menos importante, es recesión democrática y económica.
Votar PAL es votar a los "frutos" del PSOE, 40% del presupuesto para Almería ejecutado, derogación del PHN, infraestructuras tercermundistas, política urbanística desastrosa…