No es que el archiconocido y defensor de las causas injustas, senador y portavoz socialista, como le gusta aparecer en prensa, haya sufrido un accidente escalando los acantilados de Aguadulce; pero si que ha tropezado con algo y no precisamente con un pedrusco
Ignoro si tan ilustre socialista roquetero pretendía con la ampliación de su sótano, cuyo montante no declarado asciende a sesenta metros cuadrados, instalar en el seno de su hogar un par de minipisos que su correligionario, Jorge Cara, anunciaba para los jóvenes roqueteros en unas recientes declaraciones.
Quizás pensaba en realizar una cesión parecida cuando repitió la misma operación, esta vez la cantidad es menor pero no por ello menos importante, treinta centímetros han sido el espacio de dominio público invadido por su humilde hogar.