Caciquismo, segunda parte
20.4.06 - 21:46, Aún sin comentar
El asalto a las sedes es práctica habitual entre radicales de ideologías extremistas y de aquellos que son crispados mediante la manipulación. Hechos parecidos los vimos en los días del No a la Guerra y tras los sucesos del 11 de Marzo. Tan execrable es la acción de violar la propiedad privada y un lugar donde multitud de ciudadanos trabajan día a día por la ciudadanía, como alentar y no condenar tales hechos. La situación política que vivimos en Almería parece haberse radicalizado de tal manera que ya es normal asediar casas de concejales por retirar el apoyo a este u otro partido político o como ha sucedido recientemente, entrar en una sede política y llevarse valiosa información, con la consiguiente perdida que ello conlleva. No fue suficiente la humillación de hurtar el fruto de año de trabajo si no que los aprendices de chequistas tuvieron que orinar en la sede, dejando así mayor constancia de su hazaña.