Piquetes Romero, ¿dígame?

Sucedió ayer en la cámara autonómica, el espectáculo dado por la izquierda en el Parlamento Andaluz, es cuanto menos, reprobable. Con la presencia de miembros de la asociación de víctimas del terrorismo se debatía una proposición no de ley que encauzara la política claudicatoria del ejecutivo central para con la banda terrorista ETA.

Como todos sabemos, el PSOE no iba a enmendar las cesiones de los últimos meses, aún habiendo recibido un varapalo en el último comunicado terrorista, no se puede perder la única baza electoral que poseen tan fácilmente, el tan ansiado sillón podría correr entonces peligro.

Para desgracia de las víctimas no fue tan sólo este el show al que asistimos el pasado jueves, el diputado autonómico de IU, Antonio Romero se dispuso a leer un panfleto editado en 1932 por la CEDA en el texto se avisaba sobre los peligros del Estatuto de Autonomía Catalán que se quería promulgar por entonces.

No pareciéndole aún suficiente provocación, utilizó los servicios de la cámara para repartir dicho panfleto y claro está, se montó el belén. Quizás el señor Antonio Romero sea un nostálgico de la época preconstitucional y añore ir en su 600 tirando octavillas mientras le perseguían los grises, aunque supongo que no tendría las suficientes agallas. Lo suyo es intimidar a comerciantes y restauradores, véase ahí su talante democrático. Si suceden estas cosas, si el discurso de la derecha durante los años treinta puede ser parcialmente válido para la situación actual no es por que la derecha sea rancia y se empecine en oponer resistencia al desarrollo de los pueblos, puede suceder más bien que vivamos una situación de tensión propia de los años de preguerra, y no lo dice la derecha, lo dice la izquierda catalana.