Los habitantes de pueblos andaluces con gran desarrollo demográfico -la mayoría gobernados por el PP- estarán hartos de oír la coletilla progre "política de ladrillo", pero esto, al menos en Roquetas de Mar, se va a acabar.
La Junta de Andalucía, de la mano de la Empresa Pública de Puertos Andaluces, va a terminar con los pocos pescadores artesanales que seguían faenando en el municipio y es que la EPPA "no acierta una" últimamente. Si hace unos meses tuvieron la tentación de dejar a los ciudadanos de Roquetas de Mar sin fiestas de Santa Ana gracias a su repentina decisión de comenzar unas obras en mitad del verano- afortunadamente los vecinos plantaron cara a la Junta y el Ayuntamiento no se vio obligado a trasladar el recinto ferial que se ha instalado en ese lugar durante más de medio siglo- ahora anuncian que subirán el precio de los amarres hasta un 1500% -el precio actual para las barcazas es de 80€/mes - haciendo imposible que la multitud de pescadores que siguen faenando en la bahía de Almería con técnicas artesanales puedan seguir desarrollando su labor.
La mayoría de estos pescadores son jubilados cuyas pensiones apenas alcanzan los 400 € y que mantienen esta actividad como el único hobby que les hace sentirse aún útiles para la sociedad, y claro que lo son, ya que gracias a ellos actividades tan importantes antaño para el municipio se siguen conservando hoy en día, ayudando a perpetuar la idiosincrasia y carácter propio de los ciudadanos del municipio. Por desgracia, para ellos la enésima modernización no pasará desapercibida...