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La derecha clerical que teníamos en 1936

14.6.06 - 19:43, Aún sin comentar


Comparación realizada por el ilustrísimo duque de Paracuellos, Santiago Carillo, en su última aparición mediática.

Carillo llama energúmenos a aquellos que le increparon cuando presentó su libro, pero olvida actuaciones parecidas realizadas por su "bando", como fue la agresión a Pío Moa, o la continua represión ideólogica que se viven en la mayoría de las universidades españolas.

Si nos hubiera parecido poco el símil establecido entre la derecha del 36 y el PP, Carillo resta importancia a las recientes algaradas y amenazas sufridas en la piel de los miembros del Partido Popular en Cataluña.

Pero si así lo desea Don Santiago, volvamos a tiempos de la II República.

En el número 130 de la revista "Renovación" boletín oficial de JJSS - en aquella época liderada por el "duque"- se incluye "El decálogo del Joven Socialista", cuyos puntos más "interesantes" paso a enumerar:

1. Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo;
2. Cada nueve (tres filas de a tres) formaran una década añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo…
4. Es necesario manifestarse en todas partes… Manifestarse militarmente, para que todas nuestras acciones lleven por delante una atmósfera de miedo y respeto…
7. Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización es un estorbo. El jefe superior debe de ser ciegamente obedecido…
8. La única idea que hoy debe de tener gravada el joven socialista en su cerebro, es que el socialismo solamente puede imponerse por la violencia y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente…
10. Y, sobre todo esto: armarse. Como sea, donde sea y por los procedimientos que sean. Armarse. Consigna: Ármate tú y al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar al enemigo.

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