Fotografía de "El Mundo" Ya es oficial señores, Zapatero ha metido la pala en el gobierno para dar un "impulso" a su maltrecha popularidad. A la espera de qué ocurre en Andalucía con la espantá de Chaves y su acólito, el hombre de las tres manos, el señor Zarrías; la más rabiosa actualidad se centra en la "angelical" nueva ministra de cultura, la señora González-Sinde. En su vida preministerial la señora SINDEscargas como ya se le conoce en internet, ha realizado fervientes alegatos en contra del ordenamiento jurídico español actual que permite las descargas de Internet siempre y cuando no se produzcan con ánimo de lucro.
Mientras en todo el mundo se mide la penetración de la banda ancha en la población como un indicador de desarrollo tecnológico, para la nueva ministra una conexión rápida sólo vale para bajarse películas españolas, precisamente las que menos se descargan, no por falta de medios mas bien por el nulo interés que produce en nuestra sociedad el cine español, digan lo que digan los chicos de la ceja.
Siga usted defendiendo el canon, impuesto revolucionario y asimétrico que está haciendo subir como la espuma las arcas de las sociedades de gestión de derechos (especialmente una), será precisamente esa actitud la que nos haga estar aún más legitimados a la hora de descargarnos contenido con derechos de autor, ya que mi disco duro, mi móvil, mis cedés y deuvedés, mis tarjetas de memoria, pendrives y miles de cosas más (de momento excluimos el microondas) se encuentran gravadas previamente sea cual sea el destino que se les va a dar, ya sea el vídeo de la última actuación de Sonsoles Espinosa o el del día de mi comunión, así que las regalías por derechos de autor están sobradamente cubiertas y se puede ir olvidando de las medidas "estrella" que parece haber en su cartera ministerial, como podría ser la ley de los tres avisos.