Es el único adjetivo con el que se puede calificar la estrategia planteada por el PSOE de cara a las próximas elecciones municipales, basta ver lo ocurrido estos días en Roquetas de Mar.
Como bien reflexiona hoy El Mundo (Edición Almería), las directrices seguidas tanto por PSOE-A como el grupo socialista de Roquetas de Mar parecen marcadas por el mismísimo Rubalcaba, “esto me suena” pensé cuando ayer tarde recibía en mi teléfono móvil un SMS con el texto: “Gabriel Amat ha jugado con el trabajo de miles de personas. Sabía que el centro comercial no tenía licencia antes de construirlo. Basta de marrulleros! Pásalo”.
Es vox populi en Roquetas de Mar, la denegación de la licencia de apertura al Centro Comercial Gran Plaza no estuvo motivada por una saturación comercial del municipio, de hecho desde que su inauguración el número de comercios existentes en el término municipal ha aumentado significativamente, sino que obedeció al enésimo intento del PSOE por amedrentar el ánimo de los roqueteros, y como nos tiene acostumbrados, utilizó para ello cuantas instituciones públicas estuvieron a su alcance.
Afortunadamente el PSOE de Roquetas de Mar no posee buenos estadistas, dicen sentirse “crecidos”, supongo que será por la magnífica imitación que están realizando del vuelco electoral que se dio en las elecciones generales del 14-M, pero no han sabido valorar la fortaleza que posee la imagen de Gabriel Amat en el municipio; los SMS, ruedas de prensa y demás espectáculos circenses no tienen efecto alguno, por mucho que se afanen, no conseguirán que ni un solo ciudadano culpe a Gabriel Amat del hipotético cierre del centro comercial, no cuando ha sido el principal artífice del milagro que ha hecho de Roquetas de Mar una ciudad de servicios, cosmopolita y con un dinamismo envidiado por urbes de todo el territorio nacional.
